Aprovechando el puente de la Inmaculada volvimos a El Llendón, finca situada en un paraje costero espectacular, donde tuvimos tiempo para todo: sacar muchas horas de estudio, tertulias musicales, visitas una exposición de Sorolla en el Centro Niemeyer de Avilés, jugar al futbito, pasear por Villaviciosa y visitar Tazones, tomar una “espicha”.